10 Y he aquí, había allí un hombre que tenía una mano seca. Y para poder acusarle, le preguntaron, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo(A)? 11 Y Él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una sola oveja, si esta se le cae en un hoyo en día de reposo, no le echa mano y la saca(B)? 12 Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja(C)! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo.

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